CRITICA

 

¿La era de la globalización llegó a su fin?

¿Te has preguntado por qué últimamente se habla tanto de “deglobalización”? Puede que ya no sea un concepto lejano, sino algo que nos afecta en lo cotidiano.

En los últimos años, vemos cómo los gobiernos aplican aranceles, cierran fronteras y fomentan compras locales. Lo llamativo es que, pese a estas medidas, el comercio global sigue activo: un ejecutivo de DHL asegura que el 75 % de la economía mundial aún depende del intercambio internacional. Esta contradicción entre políticas proteccionistas y mercados globales activos crea una sensación de caos: ¿están las naciones reaccionando o simplemente adaptándose?

El problema que no se aborda mucho es el impacto social. Cuando hablamos de protección, también hablamos de empleos locales que se pierden, de pequeños negocios que no pueden competir. Muchos gobiernos no han ofrecido soluciones reales —ni capacitación, ni apoyos— alimentando un creciente descontento popular . Ese sentimiento facilita el auge del nacionalismo o populismo, y eso sí, sí tiene consecuencias visibles para la estabilidad global.

Lo más sorprendente es que esta “desconexión global” no solo sí afecta la economía: también reduce la cooperación para enfrentar crisis como el cambio climático o pandemias. Cuando cada país mira solo sus propios intereses, perdemos poder colectivo—y todos pagamos el precio .

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En resumen: la deglobalización puede parecer un recurso lógico, pero sin planes claros a largo plazo, arriesga unirnos solos, más pobres y menos capaces.
Y eso, sin duda, debería preocuparnos... a todos.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-50176780